El Artículo 8(j) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) reconoce la importancia de los conocimientos, innovaciones y prácticas de los Pueblos Indígenas y comunidades locales en la protección de la naturaleza. Según este artículo, cada país debe, en la medida de lo posible y de acuerdo con su legislación nacional, respetar, preservar y mantener los conocimientos tradicionales que promueven la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. También debe garantizar que su aplicación se realice con la aprobación y participación directa de los pueblos y comunidades que los poseen, asegurando una distribución justa y equitativa de los beneficios que resulten de su utilización.
El 8(j) es una herramienta clave para reconocer el papel fundamental de los Pueblos Indígenas en el cuidado de la vida y la biodiversidad. Su aplicación impulsa el respeto por la diversidad cultural, la autonomía y los derechos colectivos, reafirmando que los sistemas de conocimientos propios y saberes ancestrales son parte esencial de las soluciones frente a la crisis ambiental global.
Del 27 al 30 de octubre de 2025 se realizará en Panamá la primera reunión del Órgano Subsidiario sobre el Artículo 8(j), creado por el Convenio para fortalecer la participación directa de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en las decisiones globales sobre biodiversidad. Este nuevo órgano es de carácter permanente, un cambio histórico dentro del CDB, ya que anteriormente existía solo como un grupo de trabajo temporal.
Su establecimiento permanente fue posible gracias a la reivindicación de los Pueblos Indígenas y al reconocimiento de la importancia de sus territorios, logrando consolidarse como uno de los grandes resultados de las negociaciones de la COP16. Este avance representa un hito dentro del Convenio sobre la Diversidad Biológica, al institucionalizar de forma permanente un espacio de participación y decisión para los Pueblos Indígenas y comunidades locales.
Durante esta reunión se definirán las reglas de trabajo del nuevo órgano, se revisarán los mecanismos de participación y se pondrá en marcha un programa de acción que promueva el reconocimiento y la protección de los conocimientos tradicionales. Uno de los puntos centrales será el desarrollo de directrices para fortalecer los marcos jurídicos y de política pública que apoyen el cumplimiento de las Metas 2 y 3 del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB) de Kunming-Montreal. Este debate incluirá aspectos claves sobre el reconocimiento de los territorios indígenas y tradicionales, y buscará impulsar las prácticas de protección y restauración lideradas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, asegurando que sus conocimientos y formas de manejo territorial sean reconocidos y respaldados por los Estados.
Desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) estamos impulsando el reconocimiento integral de los territorios indígenas como una condición esencial para garantizar los derechos, la autonomía y la pervivencia de los Pueblos Indígenas, mediante procesos como la identificación de los territorios. Esta se entiende como el primer paso para hacer visibles los espacios de vida y las relaciones culturales, espirituales y bioculturales que los pueblos mantenemos con ellos. Se busca que la identificación no sea solo un ejercicio cartográfico, sino un acto de justicia histórica y de autodeterminación, que garantice la seguridad jurídica y material de los Pueblos Indígenas y fortalezca nuestro papel como guardianes y guardianas de la biodiversidad y la vida.
Esta primera reunión del Órgano Subsidiario es muy importante porque reafirma que no hay conservación efectiva sin los Pueblos Indígenas. Los conocimientos, prácticas y relaciones espirituales con la Madre Tierra son fundamentales para enfrentar las crisis ambientales globales y construir un futuro más justo y sostenible. El nuevo Órgano sobre el 8(j) representa un paso decisivo hacia una gobernanza ambiental más inclusiva, donde la diversidad cultural y biológica no pueden separarse.
Para más información, te invitamos a consultar el siguiente material pedagógico, realizado en el marco de la COP 16 — 2024, en Cali, Colombia.
En el marco del posicionamiento y la defensa de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas, mediante el acceso, uso y protección de sus propios datos, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) participó en el encuentro conjunto “Datos Vivos 2025 – Información que unida transforma”, que se desarrolló del 21 al 24 de octubre de 2025 en el Hotel Grand Hyatt de Bogotá, Colombia.
El encuentro reunió a delegados indígenas de la CNTI junto con líderes de organizaciones nacionales e internacionales, para reflexionar sobre los desafíos globales en la medición del estado de la biodiversidad y los avances hacia el cumplimiento de los objetivos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF).
Desde la CNTI, avanzamos en el fortalecimiento de los Sistemas de Información Indígena, concebidos como herramientas para la gobernanza territorial, la defensa de los derechos humanos y territoriales, y el seguimiento al cumplimiento del Marco Mundial de Biodiversidad (MMB), en especial de las Metas 3 y 22, que reconocen el papel fundamental de los Pueblos Indígenas y de nuestros territorios en la conservación y gestión sostenible de la biodiversidad.
En este contexto, Camilo Niño Izquierdo, Secretario Técnico Indígena (STI) de la CNTI, participó en la agenda académica del simposio “Monitoreo de Derechos para la Vida: Sistemas de Información Indígenas para la Gobernanza y el Seguimiento del Marco Global de Biodiversidad”, un espacio de diálogo internacional que abordó los retos y oportunidades para incorporar los sistemas de información indígena en los mecanismos globales de monitoreo de la biodiversidad.
En su intervención, destacó que la lucha histórica de los Pueblos Indígenas en Colombia ha estado marcada por la exigencia jurídica y política permanente para garantizar el reconocimiento y la protección efectiva de nuestros derechos territoriales fundamentales. Asimismo, resaltó la creación del Sistema de Información Geográfica Indígena (SIG-I), resultado de más de 13 años de trabajo autónomo del escenario de la Comisión y discusión colectiva. Este sistema, único en América Latina, fue impulsado por el Gobierno Nacional, pero es administrado de manera autónoma por la CNTI, consolidándose como una herramienta estratégica para la defensa de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas.
La participación de la CNTI en esta conferencia, que reunió a cuatro redes y plataformas digitales de intercambio de datos sobre biodiversidad a nivel mundial, resultó fundamental no sólo para el intercambio de saberes, sino también para promover estándares comunes de gestión e intercambio de datos, facilitar el acceso a diversas fuentes de información y monitorear el progreso global hacia la conservación y restauración de la biodiversidad.
Actualmente, el SIG-I cuenta con 112 capas de información sobre asuntos territoriales, con énfasis en territorios indígenas. Aunque cerca del del 30% del territorio nacional se encuentra titulado a Pueblos Indígenas mediante resoluciones, el 70% restante aún no ha sido resuelto. De 1.342 solicitudes pendientes y se registran 500 áreas en trámite, que equivalen a más de 3,3 millones de hectáreas.
“En Colombia persiste una deuda histórica en la identificación y reconocimiento de los territorios ancestrales. Muchos de ellos ni siquiera han sido formalmente delimitados”, señaló Camilo Niño.
El SIG-I también se articula con el Sistema de Violencia Sociopolítica de los Pueblos Indígenas (SIVOSPI), que forma parte de la CNTI y documenta los hechos de violencia sociopolítica que afectan a las comunidades y Pueblos Indígenas. Con información proveniente de los territorios y de fuentes secundarias, el SIVOSPI ha registrado 282 agresiones contra 2.372 defensores indígenas, de los cuales 182 han sido asesinados. Desde la firma del Acuerdo de Paz, se contabilizan 539 indígenas asesinados en Colombia. Las regiones con mayor inseguridad jurídica —Cauca, Pacífico, Putumayo y La Guajira— presentan también los índices más altos de violencia.
“Donde hay mayor incertidumbre sobre la tierra, hay más asesinatos. La violencia se concentra en los territorios que aún no han sido resueltos jurídicamente”, advirtió Camilo Niño.
El SIG-I ha permitido realizar cruces de información con más de 23 millones de datos, evidenciando que el 20% de la biodiversidad nacional se encuentra dentro de territorios indígenas, muchos de los cuales están en riesgo de extinción. Estos hallazgos confirman que la protección de los territorios indígenas es esencial para la conservación de la biodiversidad y de la vida.
Los Sistemas de Información Indígena se consolidan como una base fundamental para medir la justicia, fortalecer la autonomía y transformar la información en acción política. A través de ellos, los Pueblos Indígenas proponemos nuevas formas de seguimiento a las metas globales, con una mirada propia sobre el territorio, la vida y la biodiversidad.
“Los Pueblos Indígenas tenemos una oportunidad frente a los desafíos que ha asumido el Estado colombiano con las metas globales. Avanzar en la protección de nuestros territorios es avanzar en la protección de la biodiversidad”, concluyo Camilo Niño.
El 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, una fecha que invita a reflexionar sobre una crisis que no es natural, sino resultado de un sistema que ha puesto la explotación, el consumo y el dinero por encima de la vida.
El cambio climático tiene causas humanas y políticas. Es la consecuencia directa de un modelo económico y colonial que impone la extracción sobre la armonía con la Madre Tierra, destruye bosques, contamina las aguas y convierte los territorios en mercancía. La quema de combustibles fósiles, la deforestación, el uso intensivo del suelo y los grandes proyectos energéticos y de infraestructura profundizan una crisis climática que amenaza la existencia de los pueblos y la continuidad de la vida en el planeta.
Desde la Comisión Nacional de Territorios noo n Indígenas (CNTI) reafirmamos que la respuesta a esta crisis está en los territorios. Los Pueblos Indígenas protegemos y defendemos los espacios más diversos de la Madre Tierra —bosques, ríos, montañas, selvas, páramos y desiertos—, ecosistemas vitales para mantener el equilibrio del clima y la biodiversidad. Nuestros sistemas de conocimiento, saberes y prácticas ancestrales son soluciones vivas que sostienen la armonía entre los pueblos y la naturaleza.
Nuestra participación en los espacios internacionales es clave para llevar la palabra y la mirada de los Pueblos Indígenas a decisiones que afectan la vida del planeta. Sin embargo, estos escenarios globales siguen estando muchas veces distantes de las realidades que vivimos en los territorios. Por eso, insistimos en que toda acción climática debe construirse con los Pueblos Indígenas y desde los territorios, no sobre ellos.
Exigimos participación plena en la toma de decisiones, acceso directo a la financiación climática y respeto a nuestros derechos colectivos, sistemas de conocimiento y formas propias de gobernanza. Los escenarios internacionales solo tendrán sentido si se edifican sobre el reconocimiento de nuestras voces, la autodeterminación y la justicia territorial.
Frente al cambio climático, no hay soluciones verdaderas ni sostenibles sin los territorios y conocimientos de los Pueblos Indígenas.
La respuesta somos nosotros. ¡Defender los territorios, es defender la vida!
En el marco del posicionamiento y la defensa de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas a través de su participación activa en los espacios internacionales de biodiversidad, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) de Colombia participó en el evento paralelo “Monitoring KMGBF headline indicators 2.1, 7.2 and 22.1: Methodologies and country experiences”, realizado durante la 27ª reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA-27) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), en la Sala Plenaria del Centro de Convenciones de Panamá.
El evento, coorganizado por la Secretaría del CDB y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tuvo como propósito fortalecer las capacidades técnicas y metodológicas de los países en torno al seguimiento de tres indicadores principales del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMBKM):
Indicador 2.1: Área en restauración.
Indicador 7.2: Toxicidad total aplicada agregada.
Indicador 22.1: Cambio en el uso del suelo y tenencia de la tierra en los territorios tradicionales de los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales.
Estos indicadores, adoptados en la COP15 y actualizados en la COP16, son herramientas clave para evaluar los avances en la restauración de ecosistemas, la reducción de la contaminación y la seguridad jurídica y material de la tenencia de la tierra de los Pueblos Indígenas.
Durante el evento participaron representantes técnicos de la FAO, la Coalición Internacional por la Tierra (ILC), delegaciones de Brasil y experiencias indígenas de Colombia, quienes presentaron metodologías y avances nacionales en el monitoreo de los indicadores.
La Secretaria Técnica Indígena (STI) de la CNTI intervino en el espacio dedicado al indicador 22.1. Durante la intervención resaltamos que este no debe entenderse únicamente como una herramienta técnica, sino como un instrumento político, jurídico y cultural que permite visibilizar las responsabilidades de los Estados frente al reconocimiento, protección y garantía de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas.
Desde este espacio insistimos en que la metodología del indicador 22.1 debe reflejar la dimensión integral de la tenencia indígena, que va más allá de los títulos formales e incorpora los usos, costumbres, sistemas de conocimiento y vínculos espirituales con el territorio. En ese sentido, enfatizó la importancia de reconocer los sistemas de información indígena y los datos generados por los pueblos como fuentes legítimas dentro de los informes nacionales, en coherencia con el principio de soberanía de los datos y la autodeterminación informativa.
Durante la intervención, presentamos los avances de Colombia en la construcción de Sistemas de Información Geográfica Indígena (SIG-I), desarrollados conjuntamente entre los Pueblos Indígenas y el Estado, pero administrados y gestionados por las propias comunidades. Estos sistemas fortalecen la interoperabilidad de la información, la cooperación técnica y la soberanía territorial sobre los datos.
Asimismo, destacamos que los territorios indígenas abarcan 934 resguardos legalmente reconocidos, que cubren cerca del 30 % del territorio nacional (35 millones de hectáreas), dentro de los cuales se concentra el 51 % de los bosques, el 52 % de los glaciares, el 18 % de las sabanas, el 12 % de los páramos, además del 26 % de todas las especies y cerca del 20 % de las especies endémicas del país. Estas cifras evidencian la relación directa entre la protección de los derechos territoriales indígenas y la conservación de la biodiversidad.
Nuestra participación en este espacio internacional nos permitió aportar la voz y la perspectiva de los Pueblos Indígenas en un escenario que, aunque valioso para la toma de decisiones globales, muchas veces se encuentra distante de las realidades que vivimos en los territorios. Desde la CNTI llevamos una mirada basada en derechos, conocimiento propio y experiencia territorial, insistiendo en que las metodologías globales deben construirse desde el diálogo real con los Pueblos Indígenas y no sobre ellos.
Reafirmamos nuestro compromiso de participar en estos espacios internacionales siempre que se garanticen condiciones reales de participación en la toma de decisiones, acceso directo a la financiación, y respeto pleno por nuestra autonomía, sistemas de conocimiento y formas propias de gobernanza. Continuaremos articulando esfuerzos con los Estados y organismos internacionales, pero insistimos en que la cooperación global solo tendrá sentido si se construye con nosotros y desde los territorios, no sobre nuestras voces.
No puede hablarse de conservación si se excluyen nuestras voces y se desconocen nuestros derechos. Toda acción para proteger la naturaleza pierde sentido si no parte del respeto e inclusión real de los pueblos que la habitan y la cuidan desde siempre.
En el marco del posicionamiento y la defensa de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas, mediante el acceso, uso y protección de sus propios datos, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) participa en la conferencia “Datos Vivos 2025 – Información que unida transforma”, que se lleva a cabo del 21 al 24 de octubre de 2025 en el Hotel Gran Hyatt, en Bogotá, Colombia.
El evento cuenta con la participación de delegados indígenas de la CNTI, así como de líderes de organizaciones nacionales e internacionales. Durante el encuentro se abordarán desafíos clave relacionados con la medición del estado de la biodiversidad y el avance hacia el cumplimiento de los objetivos del Marco Global de Biodiversidad.
¿De qué se trata?
Es una conferencia conjunta entre cuatro redes y plataformas digitales de intercambio de datos sobre biodiversidad de todo el mundo. La conferencia tiene tres objetivos: construir estándares que promuevan el intercambio de los datos, reunir y dar acceso a diversas fuentes y monitorear el progreso de las redes hacia la conservación y restauración de la biodiversidad.
¿Qué va a hacer la CNTI en el evento?
La CNTI estará presente en este evento con un stand en el que divulgaremos el trabajo que hacemos en la defensa de los territorios y el cuidado de la vida, a través de los sistemas de información con los que monitoreamos nuestros derechos territoriales. Nuestro objetivo es llamar la atención de los científicos e investigadores sobre la importancia de integrar nuestras visiones, conocimientos y autonomía en el estudio y conservación de la biodiversidad.
Durante el primer día de la V Sesión Mixta de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) las entidades relacionadas a la agenda de trabajo, realizaron sus debidas presentaciones técnicas. Ante las cuales, las organizaciones y Pueblos Indígenas evidenciamos un alto incumplimiento los acuerdos concertados en este espacio y acciones regresivas en el marco de nuestros derechos territoriales y fundamentales. Profundizando la brecha histórica para el acceso, la recuperación y la protección de nuestros territorios, sustento de nuestra pervivencia como pueblos originarios.
Protección a la posesión de los territorios Indígenas
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) fueron convocados a socializar los avances y desafíos en la aplicación de la Directiva 001 de 2025 la cual expresa las salvaguardas de protección de los territorios indígenas, en el marco de las solicitudes de Zonas de Reserva Campesina (ZRC) y Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM).
En este espacio, evidenciamos el incumplimiento de dicha Directiva, cuyo objetivo es prevenir conflictos con la conformación de ZRC y TECAM excluyendo los territorios indígenas. Su falta de aplicación en el marco procedimiento de la constitución de estas figuras territoriales, pone en alerta posibles acciones con daño generadas por la entidad.
Exigimos al Gobierno Nacional la aplicación inmediata y efectiva de la Directiva 001 de 2025. Cumplir los acuerdos y aplicar las salvaguardas es un deber administrativo, una obligación constitucional y política con los pueblos originarios.
Seguridad jurídica de los territorios indígenas
La Agencia Nacional de Tierras (ANT), entidad responsable de reconocer y proteger los territorios indígenas en el marco de la CNTI, expuso ante los delegados el estado actual de la ejecución presupuestal, metas concertadas y procesos de contratación del equipo técnico de la entidad que tiene por objetivo adelantar la formalización y seguridad jurídica de los territorios indígenas. Como obstáculo, hemos evidenciado el incumplimiento reiterativo de la adecuada planeación y ejecución del 100% de los recursos que garantizan el avance de nuestros derechos territoriales; la falta de adecuación normativa, que fortalezca e integre adecuadamente el enfoque indígena a la luz de los estándares de derechos; así como la falta de personal suficiente e idóneo que promueva la superación de la deuda histórica en materia territorial con los Pueblos Indígenas.
Recuperación y restitución de territorios indígenas
La Unidad de Restitución de Tierras (URT), entidad responsable de materializar la política pública de restitución, ha incumplido los acuerdos concertados, especialmente en adelantar efectivamente la Estrategia de Aceleración diseñada para superar el rezago institucional en la materia. Dicha demora es particularmente crítica, si se considera la temporalidad definida para la implementación del Decreto Ley 4633 de 2011.
Asimismo, se evidencia vacíos de información del estado real de las solicitudes y de las acciones adelantadas por la entidad cuando se presentan cruces entre solicitudes de restitución individual y los territorios colectivos indígenas. Esta situación genera incertidumbre jurídica, revictimizando a los pueblos, desconociendo los estándares internacionales y constitucionales en materia de derechos de los pueblos indígenas.
Garantías para el autorreconocimiento
La ausencia del Ministerio del Interior en este primer espacio de diálogo, como entidad encargada de garantizar el derecho al autorreconocimiento de los Pueblos Indígenas y de articular las políticas que salvaguardan nuestros derechos colectivos, demuestra prácticas institucionales que limitan de manera sistemática nuestros derechos fundamentales y territoriales.
Exigimos respeto a este espacio de diálogo de alto gobierno donde se abordan temas territoriales estructurales para los Pueblos Indígenas de Colombia.
Al finalizar el primer día de la V Sesión Mixta de la CNTI reafirmamos que no habrá justicia ni paz territorial sin el pleno cumplimiento de los acuerdos suscritos con los Pueblos Indígenas. La ausencia institucional, el incumplimiento de compromisos y la falta de garantías reales vulneran nuestros derechos fundamentales y ponen en riesgo la pervivencia de los pueblos originarios.
La lucha por la dignidad empieza por cumplir lo acordado