Colombia habla sobre el futuro del agua luego de la COP 16

Colombia habla sobre el futuro del agua luego de la COP 16

En el Encuentro Nacional del Agua y la Energía Renovable 2024 se expusieron los resultados de la COP16, las oportunidades en la implementación del Plan Nacional de Biodiversidad, y se habló de la importancia de fortalecer los vínculos agua, biodiversidad y energía para enfrentar la crisis que ha vivido, particularmente, Bogotá.
 
 
Por: Cristina Esguerra Miranda, TNC y Laura Garzón Acosta, WWF
Tomado de El Espectador
 
El protagonista de los Encuentros por el Agua 2024 fue la sequía, que contrastó con las fuertes lluvias e inundaciones que, recientemente, vienen afectando a distintas regiones. Como mencionó Claudia Vásquez, directora de The Nature Conservancy (TNC) Colombia, en todos encuentros regionales, los más de 400 participantes señalaron la necesidad de abordar los retos del agua con un enfoque de integralidad que responda no solo a las coyunturas, sino a los escenarios de vulnerabilidad a mediano y largo plazo. También hablaron de garantizar la participación eficaz de todos los actores, especialmente de las comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y locales, en la toma de decisiones, y la urgencia de movilizar recursos financieros de fácil acceso para proyectos de conservación.
 

De acuerdo con Claudia Álvarez, directora ambiental de ISAGEN, “en los encuentros regionales fue evidente la importancia de contar con información adecuada y planear el desarrollo económico de las regiones y los centros urbanos, pensando en su capacidad de abastecimiento hídrico y energético, con el fin de evitar coyunturas de escasez”.

Fueron temas que se alinearon con los resultados de la COP16, un evento determinante para Colombia y el mundo para posicionar el rol de la naturaleza en un contexto de crisis climática, tanto en las decisiones adoptadas por los países parte del Convenio de Diversidad Biológica (CBD), como en los anuncios e iniciativas llevadas a cabo por múltiples actores.

Uno de los grandes logros fue la creación del órgano subsidiario 8J, una decisión trascendental para garantizar una participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales en el trabajo realizado dentro del CBD. También se reconoció el rol de los afrodescendientes como actores clave para la conservación de la biodiversidad.

“Este es un paso histórico para avanzar en nuevos esquemas de gobernanza, en donde se asegure una interlocución diferente entre los gobiernos nacionales y subnacionales con las autoridades indígenas y comunitarias en la toma de decisiones sobre gestión ambiental en los territorios”, comentó Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia.

Como bien cuestionó Camilo Niño, secretario técnico de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, “¿por qué aún no llegamos a entender que el agua es un bien colectivo y no sólo un servicio? El agua no es algo ajeno al territorio, para nosotros es algo integral, por ello creemos que para lograr las metas que nos hemos planteado como humanidad, debemos hablar de la protección de la integridad territorial, integridad de todos los elementos que componen esos sistemas: como sistemas de vida´´.

Para dimensionar la importancia de los Territorios y Resguardos Indígenas en la conservación de la biodiversidad en Colombia, basta con observar algunas cifras producidas por el Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas de la CNTI: el 50% de los bosques del país se encuentra en Resguardos Indígenas, al igual que el 11,13% de la extensión de los páramos. Además, el 9,22% de las Áreas Protegidas del país y el 17,1% de los Parques Nacionales Naturales coinciden con territorios indígenas.

De las cinco Reservas de la Biosfera en Colombia, tres de ellas (El Tuparro, Cinturón Andino y Sierra Nevada de Santa Marta) incluyen Resguardos Indígenas. Por último, de los 12 humedales de importancia internacional reconocidos bajo la Convención RAMSAR, cinco se traslapan con Resguardos Indígenas, representando el 12% de la extensión total de estos ecosistemas en el país. Cifras que evidencian la importancia de la protección territorial y de la participación de los Pueblos Indígenas en la toma decisiones en todos los niveles.

Panel 2 conformado por: Natalia Acero Martínez, Líder de Gestión Integral de Cuencas y Recursos Hídricos de TNC Colombia; Nathasha Avendaño, gerente de Empresa de Acueducto de Bogotá; Fabián Mauricio Caicedo Carrascal, dirección gestión integral del recurso hídrico de la Secretaría Distrital de Ambiente; Marta Cecilia Díaz Leguizamón, Subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de Parques Nacionales Naturales de Colombia PNN; David Millán, asesor del Viceministro de Vivienda y Yesid González, director Ejecutivo de ASOCARS. Foto: Agencia Doble A

Panel 2 conformado por: Natalia Acero Martínez, Líder de Gestión Integral de Cuencas y Recursos Hídricos de TNC Colombia; Nathasha Avendaño, gerente de Empresa de Acueducto de Bogotá; Fabián Mauricio Caicedo Carrascal, dirección gestión integral del recurso hídrico de la Secretaría Distrital de Ambiente; Marta Cecilia Díaz Leguizamón, Subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de Parques Nacionales Naturales de Colombia PNN; David Millán, asesor del Viceministro de Vivienda y Yesid González, director Ejecutivo de ASOCARS. Foto: Agencia Doble A

La naturaleza, esencial dentro de las agendas de acción de cualquier sector
Incorporar la biodiversidad, el agua y los servicios ecosistémicos de los territorios en las agendas de acción de los distintos sectores productivos del país fue otro de los principales éxitos de la COP16.

La palabra “financiamiento” fue la gran protagonista. ¿Cómo financiar los proyectos de naturaleza que aporten a las metas de reducción de la pérdida de biodiversidad, disminuyan la contaminación y ayuden a reducir la emisión de gases de efecto invernadero?

La respuesta podría encontrarse en las reflexiones sobre el nivel de ambición que se tenga para transformar realmente los modelos de desarrollo. La naturaleza está jugando un papel cada vez más relevante, especialmente en las agendas de biodiversidad y clima.

El sector empresarial viene entendiendo cuáles son los impactos, riesgos, dependencias y oportunidades de sus procesos en torno a los asuntos de la naturaleza como la biodiversidad, el agua, el suelo, entre otros. Por ese motivo, la ANDI lanzara la ruta Biodiversidad + Empresa para ayudar a las compañías en el proceso de repensar su relación con los recursos naturales.

“Este instrumento está listo para ponerlo al servicio de las empresas y del gobierno nacional para apalancar la puesta en marcha del Plan Nacional de Biodiversidad”, comentó Dora Moncada, directora del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) durante el primer panel de la jornada.

¿Y el sistema financiero qué rol juega en la conservación?
Otro de los temas abordados fue el papel del sistema financiero en la movilización de recursos a la biodiversidad. Daniel Lacoutere, director de Sostenibilidad de Asobancaria, destacó que integrar las agendas clima y de naturaleza puede ayudar a movilizar mucho más rápido los recursos.

Según explicó, una de las principales barreras de movilización de recursos para proyectos de naturaleza está en el proceso de identificar el cumplimento de los objetivos, por ejemplo, si se restauró un ecosistema o si se descontaminó un río, así como lograr los cierres financieros.

El camino para avanzar en la financiación de proyectos de naturaleza de manera más rápida es la integración de las agendas. Como bien explicó, el financiamiento combinado es otra alternativa que permite distribuir los riesgos entre distintos sectores de la sociedad; el crédito directo no es la única solución, sino parte de ella.

Con estas necesidades en la mira, Asobancaria lanzará el Sistema Nacional de Biodiversidad y Adaptación (SINBA), que busca determinar la forma en que se deben movilizar los recursos y entender qué se está financiando en proyectos de naturaleza y gestionar los riesgos. También destacó el involucramiento de las comunidades locales, indígenas, afrodescendientes y campesinos porque, justamente, son estas comunidades las que habitan las zonas más biodiversas.

Los retos para garantizar la seguridad hídrica del país a la luz de la crisis en Bogotá
Desde que arrancó el 2024, los colombianos han visto distintas manifestaciones del cambio climático. En enero, la sequía causada por el fenómeno del Niño generó y facilitó la propagación de incendios que afectaron la biodiversidad y la calidad del aire de varias ciudades, incluyendo la capital. Dos meses después, en la segunda semana de abril, la Alcaldía de Bogotá comenzó a implementar cortes de agua en la ciudad, porque el volumen total del sistema de embalses que la abastecen era de 45,17%, según cifras del acueducto del distrito.

“Este ha sido el año más seco desde 1995, con el agravante de que, a diferencia de 1994, que fue un año con bastantes afluencias al sistema, 2023 fue un año seco”, explicó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en su intervención en el encuentro.

En junio, la Alcaldía flexibilizó las medidas del racionamiento, no porque se hubieran cumplido las expectativas de lluvia (para esa época se esperaba la llegada del fenómeno de La Niña), sino porque habían logrado aumentar la capacidad de agua proveniente del sistema de Tibitoc, y ello permitía bajarle la presión al de Chingaza, que proveía el 70% del agua consumida en la ciudad. Según el alcalde, hoy el sistema de Tibitoc trae el 50% del agua de Bogotá.

En la primera mitad de noviembre, los esperados aguaceros llegaron con tal fuerza que el país y la capital comenzaron a sufrir inundaciones. “Estamos viendo la otra cara de la moneda del cambio climático, que son las inundaciones en la cuenca alta del río Bogotá”, dijo Natalia Acero, líder de agua de TNC Colombia.

Por ese motivo, durante el panel sobre la crisis hídrica de Bogotá se enfatizó en la importancia de proteger la naturaleza para mitigar y adaptarnos a fenómenos naturales en todo el país par no llegar a situaciones como las que ha vivido Bogotá a lo largo de 2024.

“Estos desequilibrios también se generan por la forma como estamos manejando nuestros ecosistemas. No los estamos viendo de manera integral, y ello rompe la armonía natural. Por ejemplo, los páramos no pueden ser fábricas de agua si no cuidamos su vegetación”, explicó Marta Cecilia Díaz, subdirectora de Gestión y Manejo de Áreas Protegidas de Parques Nacionales Naturales.

“Hemos tendido a gestionar nuestros sistemas de abastecimiento de agua y de energía con infraestructura gris. Hacemos embalses, canalizamos ríos para evitar que se desborden, pero nos falta, no solo desde lo conceptual, sino también desde lo estructural y financiero, vincular a la naturaleza como parte del sistema de abastecimiento de agua”, añadió Acero.

Bogotá ya ha venido incluyendo la protección y restauración de la naturaleza como parte del plan para garantizar el abastecimiento de agua de la ciudad. Según explicó Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, esta última lleva más de 70 años comprando predios en zonas estratégicas para la protección de los ecosistemas asociados a la producción de agua, principalmente en el páramo de Chingaza y el de Sumapaz. “Esas inversiones en infraestructura verde no solo nos van a permitir ser resilientes, sino también mejorar la calidad del agua”, dijo Avendaño.

Durante el panel también se profundizó en los desafíos de abordar este tipo de crisis por la manera como se ha organizado el territorio y la cantidad de actores involucrados. “No estamos hablando solo del alcalde de Bogotá, sino también de los de los distintos municipios que componen la región”, dijo Yesid González, director de ASOCARS (Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales). Cada municipio del país tiene características e intereses distintos, que, como señaló Fabián Mauricio Caicedo, director de la Gestión Integral del Recurso de la Secretaría de Ambiente, pueden llevar a una desarticulación a la hora de abordar los desafíos de la crisis climática. “Cada uno está cumpliendo su propósito loable, pero en últimas se pueden estar perdiendo esfuerzos técnicos y financieros”, dijo. Por ello, ambos resaltaron la importancia del trabajo articulado, tal como lo evidenciaron los encuentros por el agua realizados durante el 2024 en Antioquia, Santander, Caldas, Meta, Amazonas y Bogotá.

“Como sociedad, ya hay conciencia de que tenemos un reto grande que enfrentar, y estamos reaccionando desde el Estado, las empresas, los gremios, las comunidades, la academia”, afirmó David Millán, asesor del viceministro de Vivienda. Añadió que las medidas tomadas para abordar estas crisis debían tener en cuenta su implementación en cada territorio del país, y en los respectivos planes de desarrollo.

Alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. Foto: Agencia Doble A

Alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. Foto: Agencia Doble A

El plan para garantizar la seguridad hídrica de Bogotá
Además del racionamiento y de diversificar las fuentes de abastecimiento de agua de la ciudad con el sistema de Tibitoc, el alcalde de Bogotá explicó otras de las medidas que están tomando para garantizar la seguridad hídrica de la ciudad hoy y hacia el futuro. Por ejemplo, las 60.000 viviendas de interés social que se construyan en los próximos cuatro años tendrán un sistema de optimización de agua lluvia y aguas grises. Además, la línea 1 del metro, actualmente en construcción, tendrá la capacidad de almacenar 2.165m3 de agua lluvia.

También están impulsando la puesta en marcha de la PTAR Canoas, que busca resolver el manejo de aguas residuales de la ciudad. “Es el proyecto ambiental más importante de Colombia y Latinoamérica”, señaló el alcalde. Esta recibirá aguas residuales de las cuencas de Fucha, Tunjuelo, Tintal, y el casco urbano del municipio de Soacha, lo que representa el 70% de las aguas residuales de Bogotá. Ello no solo tendrá impacto en la cuenca del río Bogotá, sino también en la del Magdalena.

Adicionalmente, se ha venido trabajando en la estructuración de un proyecto a largo plazo del Fondo Verde del Clima (un mecanismo financiero creado en la COP16 de cambio climático para apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo para responder a los desafíos de la crisis ambiental), que será clave para garantizar la seguridad hídrica de la ciudad. “Vamos a aumentar la captación del río Bogotá, y ello implica hacer una inversión para restaurar y conservar toda la cuenca”, explicó el alcalde. El proyecto, que tendrá una inversión de $92 millones de dólares, propone acciones de restauración y conservación en 172.499 hectáreas en áreas altamente vulnerables al cambio climático.

Artículo tomado de: https://www.elespectador.com/ambiente/bibo/colombia-habla-sobre-el-futuro-del-agua-luego-de-la-cop-16/

Gobierno Nacional presenta balance de acuerdos en sesión mixta de la CNTI

Gobierno Nacional presenta balance de acuerdos en sesión mixta de la CNTI

Entre el 20 y el 22 de noviembre se realiza en la ciudad de Bogotá la VI Sesión Mixta de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas del 2024. Este es un espacio de concertación entre delegados de los pueblos indígenas y funcionarios del Gobierno Nacional, con el fin de revisar los acuerdos clave para el avance en la garantía de los derechos territoriales de los pueblos indígenas con enfoque de paz.

En el primer día, el Gobierno presentó informes sobre las gestiones que están realizando y avances del cumplimento de acuerdos. Estos reportes se generaron alrededor de varios temas: reparación integral, mecanismos propios y estándares para resolución de conflictos, garantías institucionales y orgánicas, garantías institucionales para el autorreconocimiento, sistemas de información indígena, seguridad jurídica, impulso y seguimiento o estratégico integral de casos.

Por un lado, la Unidad de Restitución de Tierras -URT-, realizó un balance de los acuerdos, mencionando las demandas que se han radicado en relación con la estrategia de aceleración y el Plan de Acción Étnico. Se resalta la necesidad de que la URT y la Agencia Nacional de Tierras -ANT- fortalezcan su trabajo en relación con la ruta étnica de protección y las medidas cautelares, para impulsar los procesos de formalización de territorios indígenas.

Por su parte, la dirección de asuntos indígenas, Rom y minorías del Ministerio del Interior, resaltó en su informe dificultades estructurales para atender su misionalidad, que se relacionan especialmente con la falta de personal. Esta situación ha disminuido la capacidad de respuesta de la dirección, lo que genera graves afectaciones al derecho al autorreconocimiento como pueblos y comunidades indígenas y con este sus derechos conexos: derecho al reconocimiento del gobierno propio, derecho a la protección del territorio ancestral, derecho a la propiedad colectiva, derecho a la salud, entre otros.

En lo relacionado con las garantías institucionales para el autorreconocimiento, se relacionaron las acciones realizadas durante el 2024 en relación con la incidencia para que se agilicen los procedimientos de formalización dotación, protección y seguridad jurídica de los territorios indígenas, lo cual se ha llevado a cabo mediante articulación constante con el Gobierno Nacional para las adecuaciones institucionales y normativas necesarias dentro del marco del Plan Nacional de Desarrollo -PND.

Frente a los sistemas de información indígena, la Dirección de la Autoridad Nacional de Consulta Previa -DANCP- del Ministerio de Interior expuso el avance que existe para la integración entre el Sistema de Información de Consulta Previa -SICOP- y el Sistema de Información Geográfica Indígena -SIG-I-, lo cual se realiza con el fin de contar con información actualizada y accesible sobre el estado de los procesos de Consulta Previa a Pueblos Indígenas de todo el país. Otro aspecto importante en esta línea, son los procesos de reconstrucción de polígonos de resguardos indígenas, que debe contar con la participación efectiva de los pueblos indígenas y para lo cual la ANT presentó la metodología.

Sobre la seguridad jurídica, se abordaron las garantías presupuestales que viabilizan la atención efectiva de las solicitudes de los pueblos indígenas, el cumplimiento de metas pactadas para esta vigencia, el fortalecimiento de adecuación institucional y el registro de los actos administrativos que permiten entrega material de los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Estas acciones buscan activar todos los mecanismos para reconocer, proteger y agilizar de manera integral los derechos territoriales de los pueblos indígenas.

Por último, en una mesa paralela, durante este primer día se abordaron algunos de los casos emblemáticos que evidencian problemáticas estructurales transversales a los procedimientos de formalización, dotación y seguridad jurídica de los pueblos indígenas. El objetivo de este espacio es generar rutas que permitan el impulso de los casos para que esto se concrete. La CNTI ratifica su compromiso con el acompañamiento a las comunidades y pueblos indígenas para las garantías del derecho fundamental al territorio.

Esta sesión es la última del año y se convierte en un escenario clave para evaluar los avances de los compromisos del Gobierno, y para dar seguimiento a los aspectos que deben fortalecerse con el fin de avanzar en las garantías para los pueblos indígenas. El día viernes se realizará la concertación con base en los informes entregados durante el primer día y los consensos a los que llegue el movimiento indígena en su espacio autónomo.

¡Defender los territorios es defender la vida!

La STI de la CNTI participó en el Encuentro Nacional del Agua y la Energía Renovable

La STI de la CNTI participó en el Encuentro Nacional del Agua y la Energía Renovable

El pasado 15 de noviembre, se realizó el Encuentro Nacional del Agua y la Energía Renovable, un espacio de diálogo y reflexión que reunió a actores de la sociedad civil, el sector privado, la academia y representantes de los pueblos indígenas. Este escenario fue clave para abordar los desafíos y oportunidades en la conservación de los territorios y la gestión sostenible de los espacios de vida en Colombia. En este encuentro participó el Secretario Técnico Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas – CNTI, quien presentó un balance de la participación de la CNTI en la Conferencia de las Partes COP16 sobre la Diversidad Biológica destacando logros importantes para los pueblos indígenas.

Uno de los logros fue la creación del órgano subsidiario para pueblos indígenas y comunidades locales en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD), un hito que asegura la inclusión de las voces indígenas en las decisiones del CBD. Este logro representa un reconocimiento, 26 años después de constituirse un grupo de trabajo para la implementación de las disposiciones del Artículo 8J, tras años de incidencia nacional e internacional, reivindicando el conocimiento ancestral como un elemento esencial para el cuidado de la vida. Asimismo, se mencionó la conformación del Fondo Cali, un mecanismo para garantizar la participación activa de los pueblos indígenas en la financiación de estrategias que promuevan su pervivencia y permanencia en los territorios.

En el balance también se mencionó los desafíos que persisten. Uno de los puntos críticos es la falta de mecanismos de monitoreo efectivos y de financiamiento suficiente para cumplir con las metas de biodiversidad. Además, se resaltó la importancia de trabajar por la seguridad jurídica de los territorios indígenas, donde se concentra el 80% de la biodiversidad de Colombia. A pesar de esta realidad, los territorios siguen enfrentando amenazas como el despojo, la violencia y la falta de reconocimiento en las políticas públicas.

Durante la intervención el Secretario Técnico Indígena destacó la necesidad de ver el agua como un bien colectivo e integral, inseparable de los ecosistemas que conectan a las comunidades. «Los pueblos indígenas no son un obstáculo para el desarrollo; son aliados importantes en la búsqueda de soluciones sostenibles. Su conocimiento ancestral es una guía fundamental para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la conservación de la biodiversidad y la transición energética».

El encuentro también sirvió como espacio para mostrar las capacidades técnicas de los pueblos indígenas, como los sistemas de información geográfica y los observatorios de monitoreo, que permiten generar reportes propios y visibilizar las realidades de los territorios. La CNTI instó al Ministerio de Ambiente a trabajar de manera conjunta en la construcción de sistemas de monitoreo que integren los conocimientos tradicionales y las tecnologías modernas, articulando esfuerzos en la gestión del agua y la implementación de energías renovables.

Finalmente, el evento cerró con un llamado a la acción colectiva, reconociendo que la conservación de los territorios y el respeto por los derechos indígenas requieren del compromiso de todos los sectores. La CNTI reafirmó su compromiso de seguir luchando por garantizar la protección de los territorios indígenas como espacios vida esenciales para la biodiversidad y el bienestar de las futuras generaciones.

¡Defender los territorios es defender la vida!

La STI acompañó la cuarta mesa técnica sobre derechos territoriales del pueblo Sikuani

La STI acompañó la cuarta mesa técnica sobre derechos territoriales del pueblo Sikuani

El pasado 6 de noviembre, la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) acompañó la cuarta mesa técnica con el pueblo indígena Sikuani. Esta mesa tuvo el objetivo de revisar los acuerdos y compromisos con esta comunidad para avanzar en la protección y restitución de sus derechos territoriales. La mesa técnica se realizó con la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Unidad de Restitución de Tierras (URT) y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

Durante el encuentro, las autoridades de la organización UNUMA, que agrupa a varias comunidades del pueblo Sikuani de Puerto Gaitán en el Meta, presentaron los avances y desafíos en el proceso de formalización y protección de sus territorios. Se destacó el acuerdo para enviar una propuesta de compra a los propietarios de Sisapiatu entre el 18 y el 22 de noviembre. Si esta es aceptada, se avanzará en la escrituración para garantizar la titularidad a favor del resguardo.

En el caso del Resguardo Iwiwi, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) asignó recursos para realizar una visita en diciembre de 2024, como parte de los avances en la evaluación de los predios El Escondite y El Paraíso. Además, La ANT designó un operador para este proceso y gestionará la fecha para la visita antes de que finalice el año.

Por otro lado, se analizaron estrategias para la ampliación territorial, incluyendo la colaboración con el Ministerio del Interior y el DANE para actualizar datos poblacionales que respalden el proceso de ampliación del resguardo Domo Planas. Además, la Subdirección de Asuntos Étnicos (SDAE) socializará dicha información con la comunidad, y se revisará su pertinencia con la Asociación Unuma.

Otro de los aspectos en la mesa técnica fue abordar los temas pendientes de delimitación en Awaliba, Campana y Vencedor Piriri. La comunidad solicitó coordinación con la ANT para avanzar en estos procesos, que se encuentran en diferentes etapas administrativas. Se espera contar con un ejercicio de cartografía antes del 15 de diciembre de 2024.

Respecto a las solicitudes de protección para varios territorios, la SDAE informó que la resolución para Iwitsulibo será notificada al gobernador antes del 15 de noviembre. La solicitud de protección para la comunidad Onosiba continuará tras finalizar el análisis topográfico preliminar.

Por último, se realizó una revisión detallada del estado de cumplimiento de los compromisos asumidos en la última reunión, con un seguimiento puntual para asegurar el avance en cada uno de estos temas.

El Secretario Técnico Indígena, Camilo Niño, hizo un llamado a la comunidad Sikuani a continuar en la defensa y exigibilidad de sus derechos territoriales de manera unificada: “Este espacio es esencial para asegurar que las comunidades indígenas puedan continuar en sus territorios, preservando su cultura y forma de vida”, comentó.

La mesa concluyó con la firma de acuerdos que apuntan a un seguimiento constante de estos procesos durante el próximo año. La CNTI reafirmó su compromiso de mantener el diálogo y la articulación con las comunidades Sikuani, las autoridades indígenas, la ANT y otras entidades gubernamentales para la protección y ampliación de sus territorios ancestrales.

¡Defender los territorios es defender la vida!

Aprobación órgano subsidiario que reconoce los saberes de los pueblos indígenas en la COP16

Aprobación órgano subsidiario que reconoce los saberes de los pueblos indígenas en la COP16

Desde el 21 de octubre hasta el 1 de noviembre del 2024, la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) y el Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas ODTPI participó activamente en la Conferencia de las Partes (COP16) sobre el Convenio de Diversidad Biológica realizada en la ciudad de Cali. Durante dos semanas, el evento reunió a representantes de distintos países firmantes del convenio donde se abordó temas sobre la implementación de políticas de conservación a nivel global.

Uno de los logros alcanzados en la COP16 para los pueblos indígenas fue la aprobación del órgano subsidiario para el Artículo 8J del Convenio sobre la Diversidad Biológica, un hecho histórico para los pueblos indígenas a nivel global, pues reconoce los derechos y saberes de los pueblos ancestrales en la conservación de la biodiversidad.

Este nuevo órgano, que surge tras 26 años de trabajo en el Artículo 8J, permitirá a los pueblos indígenas y comunidades locales tener voz y voto en las negociaciones, asegurando su participación activa en decisiones sobre biodiversidad. Un referente para el resto del mundo en el que los Estados reconocen la necesidad continua de la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y comunidades locales. Sin embargo, queda pendiente la forma en cómo va a operar este órgano y cómo va a funcionar en temas de gobernanza.

Con este hecho se reconoce el valor de los saberes tradicionales de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales, y se salda una deuda histórica en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de 26 años.

Desde la CNTI y el ODTPI se orientaron esfuerzos para generar espacios de incidencia, pedagogía y debates fundamentales para el proceso de negociación con todos los paises suscritos en el convenio en temas relacionadados con los pueblos indígenas. Además, se trabajó en propuestas como la movilización de recursos, en el cual se buscaba la creación de un fondo que permitiera a los países hacer toda la implementación del Marco Global de Biodiversidad.

Una de las principales apuestas fue la creación de un mecanismo financiero que fuera incluyente, en el cual los países pudieran participar y así mismo, en que los pueblos indígenas tuvieran mecanismos equitativos, directos, adaptables y sensibles a las realidades socioculturales de la toda la región latinoamericana.

En cuanto a los mecanismos de planificación, monitoreo, presentación de informes y reportes, los pueblos indígenas incidieron de manera clara y significativa en la creación y adopción de indicadores fundamentales para la Meta 22. Un de ellos fue el indicador de cambio en el uso del suelo y la tenencia de la tierra, en el cual fuese reconocido el rol fundamental que tienen los territorios indígenas en todo el cumplimiento de las 23 metas y los cuatro objetivos del Marco Global de Biodiversidad.

Sin embargo, en la parte final de la plenaria no fueron abordados temas como los mecanismos financieros y de implementación, los cuales quedaron pendientes para ser discutidos en la próxima COP. Además, se habló de la información de secuencia digital de recursos genéticos y se abordó de manera crítica siempre buscando hacer una protección a los conocimientos tradicionales y una gobernanza de los datos en lo referente a la secuencia de los recursos genéticos y a los recursos de los territorios de los pueblos indígenas.

Pese a los logros alcanzados quedaron algunos temas pendientes respecto a los mecanismos financieros, los mecanismos de implementación del Marco Global de Biodiversidad, debido a que la COP16 fue suspendida por la falta de quórum y algunas de las delegaciones tuvieron que regresar a sus lugares de origen dejando temas de crucial importancia sin resolver.

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El Sistema General de Regalías, un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social

El Sistema General de Regalías, un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social

El 30 de octubre se realizó un conversatorio sobre el Sistema General de Regalías (SGR) y su relacionamiento directo con los Pueblos y comunidades Indígenas; las Corporaciones Autónomas y los sectores académicos. En el espacio participaron José Giovanny Pinzón Báez, director de gestión y promoción del Sistema General de Regalías (SGR) en el Departamento Nacional de Planeación DPN; Libardo Fernández, ingeniero ambiental, magíster en Gerencia y Prácticas del Desarrollo, y especialista en Planeación y Manejo Integral de Recursos Naturales; Cristian Eduardo Solarte, profesional de apoyo en la Dirección de Planeación de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC); y Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), destacado líder indígena del pueblo Arhuaco de Colombia, comprometido con la defensa de los derechos territoriales indígenas.

Giovanny Pinzón, Subdirector del Sistema General de Regalías del DPN, presentó el espacio e insistió que el Fondo de Regalías es el más importante para el cuidado y conservación de la biodiversidad en Colombia. Se presentó el nuevo modelo de colaboración entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, el cual define cómo se distribuirán, administrarán y ejecutarán los ingresos derivados de la explotación de los recursos naturales no renovables. Según Pinzón, este modelo establece objetivos claros, fines específicos y pautas para el uso eficiente de estos recursos, precisando las condiciones y el alcance de la participación de las comunidades en su gestión y control.

Ante la triple crisis que estamos viviendo, el cambio climático, la perdida de la biodiversidad y la desertificación de los suelos, el Sistema General de Regalías debe pensarse como un mecanismo de compensación por el impacto ambiental y social negativo que generan los modelos de explotación y extracción de recursos no renovables. Actualmente, el sistema contempla 7 bolsas de inversión orientadas a la paz y el desarrollo sostenible, y pretende descentralizar los recursos, facilitando su llegada a los territorios más vulnerables para fortalecer la infraestructura ambiental y social.

Por su parte, Libardo Fernández, desde su perspectiva pedagógica, propone involucrar los actores de la comunidad académica en la gestión y el monitoreo de estos recursos, subrayando la importancia de integrar el conocimiento científico y técnico en el proceso de distribución y aplicación de las regalías. Según Libardo, la participación de universidades, centros de investigación y estudiantes no solo contribuiría a una mayor transparencia en el uso de los fondos, sino que también enriquecería la capacidad de innovación y adaptabilidad de las comunidades para enfrentar los retos ambientales y sociales actuales.

La academia tiene un rol fundamental en la construcción y planificación de infraestructuras sostenibles que respondan a las exigencias del cambio climático y se adapten a sus impactos. Desde el diseño hasta la integración de tecnologías que optimicen el uso de recursos. Este esfuerzo conjunto también puede extenderse al ámbito formativo, capacitando a docentes en temas ambientales, climáticos y de turismo de naturaleza para que estas áreas de conocimiento se integren a los planes de estudio en todos los niveles educativos. Finalmente, dice que la academia debe contribuir en la formulación de proyectos para la participación efectiva de las comunidades y Pueblos Indígenas en Sistema General de Regalías. A través de programas de capacitación y procesos de diálogo intercultural, la academia puede facilitar que las comunidades y Pueblos Indígenas accedan a los recursos de las regalías de manera informada y justa.

Cristian Eduardo Solarte de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), planteo que, como representante de la Entidad ejecutora y autoridad ambiental, las Corporaciones deben realizar un acompañamiento en la formulación de proyectos y garantizar la participación de las comunidades y Pueblos Indígenas, bajo un enfoque étnico. Esta colaboración no solo implica un enfoque étnico en la participación, sino también el establecimiento de mecanismos de cooperación técnica y financiera que fortalezcan las capacidades locales y aseguren que los proyectos generen un impacto positivo tanto en sus proyectos de vida como en la protección del entorno natural.

Como indígena, Norey Maku Quigua, Secretario Técnico de la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas del Sistema General de Regalías (IDPCI), planteó varios puntos esenciales para asegurar que los derechos y la autonomía de los Pueblos Indígenas se reconozcan y respeten en la implementación del Sistema General de Regalías. En primer lugar, destacó el derecho fundamental de los Pueblos Indígenas a participar activamente en la toma de decisiones sobre estos recursos, señalando que su inclusión no debe ser solo consultiva, sino efectiva, reconociendo su rol como actores claves en el sostenimiento y cuidado de los territorioss. Según Norey, esta participación implica un enfoque de derechos en el que se respete y valore los sistemas de conocimiento y gobierno propio, y las estructuras de decisión indígena, permitiéndoles gestionar y ejecutar los recursos según sus prioridades y saberes ancestrales.

También destacó la importancia de la autonomía de los Pueblos Indígenas para proponer alternativas al desarrollo tradicional, que respondan a sus propias necesidades y visiones de vida. Desde esta perspectiva, planteó que la Instancia de Decisión de los Pueblos Indígenas en el Sistema General de Regalías (IDPCI) debe ser un espacio donde se discutan y se aprueben proyectos que se alineen con los principios culturales y ambientales de cada comunidad, priorizando el bienestar de la Madre Tierra y el equilibrio en sus territorios.

Insistió en la necesidad de que el sistema de regalías no solo considere, sino que financie proyectos propuestos y ejecutados directamente por los pueblos y comunidades indígenas, reconociendo que son quienes poseen el conocimiento y las prácticas tradicionales necesarias para el cuidado de la naturaleza. Este enfoque permite que las comunidades no solo accedan a recursos financieros, sino que también consoliden su autoridad y liderazgo como autoridades ambientales, en un marco de respeto y fortalecimiento de su identidad y de sus derechos territoriales.

Por primera vez, los Pueblos Indígenas tienen la oportunidad de convertirse en entidades ejecutoras dentro del Sistema General de Regalías, lo cual representa un hito en la garantía de sus derechos y en su capacidad de autogestión. Sin embargo, este avance plantea el reto de asegurar que los pueblos indígenas conozcan y ejerzan su derecho a participar plenamente en la formulación y ejecución de proyectos. Para lograrlo, es indispensable brindar formación técnica que permita a las comunidades desarrollar sus habilidades en la formulación de proyectos y fortalecer su capacidad administrativa y técnica.

Paralelamente, es necesario avanzar en la implantación de un enfoque diferencial que respete y valore las especificidades culturales de los Pueblos Indígenas. Esto implica no solo adecuar los requisitos administrativos a sus condiciones, sino también adaptar los modelos de ejecución, evaluación y financiamiento para que respondan a las necesidades y visiones indígenas.

¡Defender los territorios es defender la vida!

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