Hoy culminó el Encuentro Regional: Sistemas de Información Geográfica en la Defensa de los Territorios Indígenas. Experiencias y Aprendizajes en Sur y Centroamérica, en un espacio autónomo en el que organizaciones indígenas nacionales e internacionales compartimos aprendizajes, identificamos retos comunes y trazamos caminos de articulación para la defensa y el cuidado de los territorios ancestrales.
Durante esta última jornada, representantes de diversas comunidades realizaron un balance colectivo de las principales lecciones de los tres días del evento. Coincidimos en que los sistemas de información geográfica (SIG) se han convertido en herramientas políticas fundamentales para respaldar los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Los participantes subrayaron la necesidad de construir información propia, que no solo abarque la producción de datos, sino también su gestión, administración y uso estratégico, consolidando la soberanía de datos de los pueblos.
En el encuentro se destacó la importancia de la articulación y el trabajo colaborativo entre Pueblos Indígenas, de la negociación y coordinación de gobiernos nacionales congobiernos indígenas, de autoridad a autoridad, así como el fortalecimiento de la autonomía y la gobernanza indígena. Se planteó la urgencia de tejer agendas conjuntas, promover el intercambio de saberes ancestrales, conocimientos propios con la tecnología contemporánea para una defensa integral de los territorios.
Uno de los hallazgos centrales fue que, en muchas comunidades, la información se encuentra dispersa. El encuentro permitió generar ideas para organizar estos datos en sistemas autónomos, adaptados a las realidades locales, que sirvan para tomar decisiones sobre estructuras sociales, culturales y territoriales. “Siempre nos han invisibilizado, y gracias al monitoreo hemos podido demostrar que la mayoría de los bosques se encuentran en nuestros territorios”, señaló uno de los participantes, reafirmando el papel de los pueblos originarios como guardianes de la biodiversidad.
Uno de los ejes más destacados del encuentro fue la reflexión sobre la soberanía de los datos. Coincidimos en que producir, gestionar y administrar la información desde los propios pueblos es un paso clave para garantizar que los datos respondan a nuestras realidades y necesidades. Se planteó la creación de sistemas autónomos que permitan decidir qué información se comparte, cómo se utiliza y para qué fines, protegiendo los conocimientos sensibles y asegurando que la información fortalezca la autonomía, el gobierno propio y la defensa de los territorios.
También enfatizamos en la importancia de incluir a las juventudes en estos procesos, asegurando así la continuidad generacional en la protección de los territorios. Otro punto relevante fue la necesidad de desarrollar protocolos para garantizar la seguridad de los datos generados y almacenados en las plataformas digitales. Si bien estas herramientas son fundamentales para la defensa territorial, también implican riesgos, por lo que la protección de la información sensible debe ser una prioridad.
El evento concluyó con el llamado a construir una agenda de incidencia internacional que permita alianzas entre pueblos de distintas regiones y fortalezca las estructuras de gobierno propio. Todas las experiencias compartidas, aunque diversas en tiempo y contexto, se reconocieron como parte de un mismo propósito: la defensa de los territorios indígenas.
¡Defender los territorios es defender la vida!