Desde la Secretaría Técnica Indígena (STI) de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de los Océanos reafirmando una verdad esencial: para los Pueblos Indígenas, los océanos no son un recurso ni una mercancía. Son territorios sagrados, caminos de origen, espacios de vida y de memoria que habitamos, cuidamos y defendemos como expresión de nuestra espiritualidad, cultura y sistemas de conocimientos.
Los océanos cubren más del 70% del planeta, producen más del 50% del oxígeno que respiramos, alimentan a más de tres mil millones de personas y resguardan la mayor parte de la biodiversidad de la Madre Tierra. Sin embargo, hoy enfrentan amenazas críticas: sobreexplotación, contaminación, extractivismo, cambio climático y la criminalización de quienes los defienden. Sin los pueblos que viven en relación armónica con el mar, los océanos no sobreviven. Defender los océanos es también proteger a quienes los habitan y los cuidan desde la ancestralidad.
Los océanos son territorios vivos. No se explota lo que se cuida. No se despoja lo que se honra. Desde los Pueblos Indígenas costeros, pesqueros y marítimos, levantamos nuestra voz frente al despojo sistemático en nombre del desarrollo. Las industrias extractivas que invaden nuestros mares contaminan no sólo las aguas, sino también los tejidos espirituales, culturales y sociales que nos vinculan con la Madre Tierra.
Los océanos respiran, se comunican y guían. En sus profundidades habitan nuestros espíritus, nuestros ancestros, nuestros guardianes. Por eso, no hay futuro posible sin océanos vivos. Y no hay océanos vivos sin la garantía plena de los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas. Exigimos respeto, participación y garantías para proteger estos territorios de agua que también son territorios de vida.
¡Defender los océanos es defender la vida, el territorio y la memoria de nuestros pueblos!