Desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) de Colombia denunciamos ante el país y la comunidad internacional la grave situación de represión y violencia estatal que enfrentan nuestros hermanos Indígenas en Ecuador.
El 28 de septiembre, las Fuerzas Armadas de Ecuador asesinaron brutalmente a Efraín Fuerez, comunero Kichwa de 46 años de Cotacachi, padre de dos hijos y reconocido líder comunitario. De acuerdo con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Efraín fue acribillado con tres disparos en la vía Panamericana Norte, en medio de la represión desatada contra el legítimo Paro Nacional 2025. Otro comunero resultó gravemente herido.
Ecuador atraviesa una grave crisis política, social y económica. Desde el 18 de septiembre, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y diversos sectores sociales adelantan un paro nacional en rechazo al alza del diésel, el incremento del costo de vida, la precarización de la salud y la educación, el avance del modelo extractivista y la represión sistemática contra líderes indígenas y defensores de derechos humanos.
Este crimen de Estado, ordenado bajo la responsabilidad política del presidente Daniel Noboa, constituye una violación flagrante de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. La represión militarizada convierte al país en un campo de guerra contra su propio pueblo, criminalizando la protesta social y poniendo en riesgo la vida de comunidades enteras.
La CNTI expresa su solidaridad y respaldo al movimiento indígena ecuatoriano y a las familias de las víctimas, ratificando que su lucha es también nuestra lucha como pueblos de Abya Yala. Denunciamos que esta violencia responde a un patrón histórico de racismo estructural y represión sistemática que también hemos vivido en Colombia, donde el estallido social dejó asesinatos, persecuciones y estigmatización contra quienes alzamos la voz en defensa de la vida y el territorio.
Exigimos el cese inmediato de la represión, la militarización y la criminalización de la protesta en Ecuador, así como justicia y reparación integral para la familia de Efraín Fuerez y para todas las víctimas de la violencia estatal. Asimismo, demandamos la intervención urgente de organismos internacionales como la ONU, la CIDH y la OEA para garantizar el respeto de los derechos humanos y frenar esta grave situación.
La protesta social es un derecho legítimo y no un delito. La vida de los pueblos no puede seguir siendo sacrificada por políticas extractivas y gobiernos autoritarios.
Los Pueblos Indígenas no somos terroristas. Somos guardianes de la Madre Tierra y defensores de los territorios, de la vida y de la dignidad de los pueblos. Nuestra lucha no nace del odio, sino del compromiso ancestral con el cuidado, la memoria y la pervivencia.
Expresamos nuestra solidaridad y hermandad con los Pueblos Indígenas del Ecuador, que hoy enfrentan la violencia y la represión estatal en el marco de su legítima protesta social. Sus luchas son también las nuestras: la defensa de la vida, los territorios y los derechos colectivos. Les acompañamos con respeto, fuerza y dignidad, reafirmando que la unidad de los pueblos es el camino para resistir la opresión y construir un futuro de justicia y libertad.
Desde Colombia, los Pueblos Indígenas decimos con fuerza:
¡La vida no se negocia, se respeta y se defiende!
¡Defender los territorios es defender la vida!