Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, una fecha establecida en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tihuanacu, Bolivia. Este día rinde homenaje a Bartolina Sisa, lideresa aymara asesinada en 1782 por los colonizadores españoles, símbolo de la resistencia contra la opresión y la violencia colonial. Desde entonces, la conmemoración se ha convertido en un espacio de reconocimiento a las luchas históricas y actuales de las mujeres indígenas en defensa de la vida, los territorios, las culturas y la justicia.
Las mujeres indígenas somos el corazón de nuestros pueblos: guardianas de la Madre Tierra, tejedoras de comunidad, afecto y memoria. Nuestra voz y pensamiento guían la defensa de los territorios y la vida. Somos esenciales en la toma de decisiones y en la resistencia. Nuestra lucha es por el territorio, la identidad, la cultura, la autonomía y por las generaciones que vienen.
Nuestros conocimientos son herencia y camino: enseñamos la lengua, la medicina, la espiritualidad y la conexión con los espíritus. Nuestra palabra y nuestro hacer son raíz y futuro, iluminados por la memoria de nuestras ancestras y ancestros.
Sin embargo, nuestro andar debe ser libre de violencia. Defender los territorios también es defender nuestros cuerpos y nuestra autonomía. Exigimos respeto, justicia y espacios donde nuestra voz sea escuchada con dignidad y sin miedo.
Hoy reafirmamos que la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Indígenas no es solo un homenaje simbólico, sino un llamado urgente a garantizar condiciones reales de respeto, igualdad y protección. Nuestras voces, nuestras luchas y nuestros liderazgos son esenciales para construir un país más justo, diverso y en armonía con la Madre Tierra. Que la memoria de Bartolina Sisa y de tantas mujeres que han entregado su vida por la dignidad de los pueblos ilumine el camino de las generaciones presentes y futuras.
En este día, honramos nuestra fuerza y resistencia. Reconocemos que el liderazgo de las mujeres indígenas transforma, guía y construye caminos de dignidad para nuestros pueblos.
Hoy y siempre, nuestra lucha es por la vida.
Mujeres indígenas: fuerza y resistencia.