En el marco del Día Nacional de la Niñez Indígena, desde la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) celebramos y honramos a las niñas y niños indígenas de Colombia: semillas de los pueblos, portadores de la vida y guardianes del futuro.
La niñez indígena no es solo el mañana, es el presente que florece en medio de los territorios y comunidades. Cuidar sus sueños significa defender la vida, la cultura y la memoria de los pueblos originarios. Su bienestar es inseparable de la defensa de los territorios, pues crecer con amor, salud, identidad y libertad es un derecho fundamental que debe ser garantizado sin discriminación, miedo ni violencia.
Reafirmamos que la niñez indígena debe estar lejos de la guerra y del reclutamiento forzado. La niñez no pertenece a ningún conflicto armado, pertenece a la vida y a la alegría. Decimos con fuerza: no al despojo, no al miedo, no a la violencia.
El cuidado de las niñas y los niños indígenas es un compromiso colectivo: es abrazo de comunidad, tejido de afecto, protección espiritual y compromiso compartido con la vida y el territorio. Su protección no depende únicamente de las familias, sino de la responsabilidad integral de pueblos, comunidades y del Estado.
Escuchar sus voces es reconocer su derecho a ser oídos, a decidir y a participar en la construcción de sus territorios. Sus palabras son semilla y guía que orienta la vida colectiva.
En este Día Nacional de la Niñez Indígena reiteramos: cuidar la niñez es cuidar la vida misma, el futuro de nuestros pueblos y la dignidad de toda Colombia.
¡Defender a la niñez indígena es defender la vida y los territorios!