En el marco de la COP30, se realizó el evento paralelo “Justicia climática y transformación social” (Climate Justice and Social Transformation), convocado por Indigenous Peoples Rights International (IPRI). El espacio reunió a líderes y defensores de distintas regiones del mundo para abordar una realidad urgente: no existe justicia climática sin justicia social, étnica y territorial.
El panel contó con la participación de Gustavo Ulcué, de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) de Colombia; Deby Rambu indígena de Indonesia de la Aliansi Masyarakat Adat Nusantara (AMAN); y Albert K. Barume, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, quien subrayó que “la transición energética debe construirse con los pueblos, no sobre la explotación de los pueblos”.
Defensa territorial y riesgo permanente
Los participantes coincidieron en una tesis central: Los Pueblos Indígenas protegemos y defendemos los territorios, cuidamos la vida y somos garantes de la diversidad biológica y cultural del planeta.
Sin embargo, esta labor se realiza en condiciones de amenaza constante. En todos los continentes, los territorios ancestrales enfrentan presiones crecientes derivadas del extractivismo, proyectos de infraestructura, intereses políticos, criminalización de líderes y lideresas, así como violencias sistemáticas que ponen en riesgo la pervivencia física y cultural de los pueblos.
Gustavo Ulcué, en representación de la CNTI, enfatizó que la defensa del territorio no puede seguir cobrándole la vida a quienes cuidan la Madre Tierra: “Que defender los territorios no nos cueste la vida”.
Participación plena y efectiva en la gobernanza climática
El evento destacó que la crisis climática no puede enfrentarse sin garantizar la participación plena, efectiva y con capacidad de decisión de los Pueblos Indígenas en todos los espacios de negociación y en la implementación de las políticas climáticas.
Los panelistas insistieron en que los escenarios internacionales deben dejar de vernos únicamente como poblaciones vulnerables. Somos sujetos políticos, autoridades tradicionales y custodios milenarios del equilibrio planetario. La COP30 representa una oportunidad histórica para que los Estados reconozcan que no habrá soluciones reales sin los Pueblos y territorios indígenas en el centro de la toma de decisiones.
¡Defender los territorios, es defender la vida!






