En el marco del Encuentro Regional de Sistemas de Información Geográfica en la Defensa de los Territorios Indígenas, se llevó a cabo el lanzamiento de tres importantes informes que abordan los desafíos históricos y actuales de los pueblos indígenas en Colombia: «El territorio es ancestral: caminos, luchas y desafíos de los pueblos indígenas», «Reservas Indígenas en Colombia: historia, auge y lucha por su reconocimiento» y «Proteger los territorios, riesgo para la vida: violencias contra los pueblos indígenas de Colombia del 2023 al 2024 «.
Estos informes son el resultado de las orientaciones políticas de los delegados y delegadas indígenas de la CNTI y sus organizaciones, en coordinación con el Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas (ODTPI). Su objetivo es aportar a la construcción de insumos técnicos y estratégicos para la exigibilidad de los derechos territoriales, proponiendo rutas de acción que contribuyan a superar las barreras identificadas y a una comprensión profunda sobre la situación actual de los Pueblos Indígenas en Colombia.
En ese sentido, el primer informe, El Territorio es Ancestral, fue presentado ante los participantes, destacando que fue elaborado con base en dos estudios de caso enfocados en los procesos de exigibilidad de derechos territoriales: uno sobre La Negra en la Sierra Nevada de Gonawindua o Santa Marta, y otro en el territorio de Barrulia, del pueblo Sikuani, en la Altillanura colombiana, específicamente en Puerto Gaitán (Meta). Ambos estudios fueron acompañados por la Secretaría Técnica Indígena de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (STI-CNTI), y evidencian los obstáculos estructurales que enfrentan los pueblos indígenas para la materialización y el goce efectivo de sus derechos sobre los territorios ancestrales.
Además, explica qué significa el territorio ancestral desde la concepción de los pueblos indígenas de la Altillanura, un territorio moldeado por el nomadismo. Y en la Línea Negra, un territorio sagrado que expresa identidad, economías, relaciones y sistemas de conocimientos propios. Ambos casos revelan realidades históricas marcadas por políticas estatales y por el conflicto sociopolítico y armado que han configurado y afectado los territorios.
El segundo informe, Reservas Indígenas en Colombia, surgió ante la necesidad de cerrar las brechas en la garantía de los derechos de propiedad colectiva de pueblos indígenas cuyos territorios fueron reconocidos como Reservas Indígenas durante la segunda mitad del siglo XX. A pesar de que desde los años ochenta existe una normatividad que permite su conversión a Resguardos Indígenas, este proceso continúa inconcluso en muchos territorios.
El documento ofrece un análisis jurídico y normativo profundo, que incluye estándares internacionales de derechos territoriales, una línea de tiempo con hitos históricos, y una síntesis de precedentes jurisprudenciales. Estos elementos permiten comprender los factores políticos, sociales y culturales que han influido en el reconocimiento y transformación de las reservas indígenas en Colombia.
El tercer informe, Proteger los territorios, riesgo para la vida, se fundamenta en el trabajo acumulado por el ODTPI de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas CNTI y el Sistema de Información de Violencias Sociopolíticas contra los Pueblos Indígenas- SIVOSPI. Un mecanismo de información y monitoreo de los Derechos Humanos que nació hace ocho años como una exigencia política y técnica de los delegados y delegadas de los pueblos indígenas.
El informe analiza las agresiones contra la vida, la violencia política y la criminalización de los pueblos indígenas desde una perspectiva indígena de derechos humanos y territorial, en la cual el territorio se entiende como un ser vivo. Y la violencia, además de sociopolítica, constituye una agresión integral que afecta cuerpos, territorios y espíritus.
La defensa de la vida y del territorio por parte de los pueblos indígenas se ha convertido en una de las actividades de mayor riesgo en Colombia, y, actualmente, puede considerarse una de las más peligrosas al momento de proteger el territorio. En este contexto, el informe presenta cifras correspondientes a los años 2023 y 2024, que evidencian un deterioro significativo en la situación de seguridad de los pueblos indígenas en Colombia.
Los informes representan un aporte fundamental para la defensa de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, al documentar de manera rigurosa las realidades que enfrentan las estas comunidades en los territorios. Asimismo, constituyen una herramienta importante para fortalecer los procesos de exigibilidad de derechos, tanto territoriales como fundamentales, al proporcionar insumos sólidos que respaldan las demandas legítimas de los pueblos ancestrales frente al Estado y otros actores.
¡Defender los territorios es defender la vida!