Minga Indígena Nacional 2025: En defensa de los territorios, los derechos y la vida
Desde la Secretaria Técnica Indígena (STI) de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) denunciamos y rechazamos categóricamente los recientes discursos de odio y actos de discriminación dirigidos contra los Pueblos Indígenas en Colombia, en el marco de la Minga Indígena Nacional. Estos hechos, lejos de ser aislados, hacen parte de un patrón de racismo estructural que persiste en algunas las instituciones, algunos medios de comunicación y en diversos sectores de la sociedad.
El pasado 26 de abril, en el Club El Nogal de Bogotá, se hizo público un video en el que una socia del lugar profirió expresiones abiertamente racistas, refiriéndose con el término «indiamenta» de manera despectiva al exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, y a los pueblos indígenas. Este hecho, amplificado en redes sociales, refleja la normalización de un lenguaje discriminatorio profundamente ofensivo hacia nuestras expresiones culturales y espirituales.
Simultáneamente, en el marco de la Minga, figuras públicas como Miguel Polo Polo y el senador JP Hernández han emitido discursos estigmatizantes contra los Pueblos Indígenas, cuestionando nuestra movilización legítima y desconociendo nuestros derechos colectivos. Estos pronunciamientos no solo reproducen un discurso racista y clasista, sino que también evidencian un profundo desconocimiento de nuestros sistemas de conocimiento propios y de nuestro papel histórico en la defensa de la vida y los territorios.
Este tipo de discursos no sólo afectan la dignidad de los pueblos indígenas, sino que profundizan las violencias estructurales y contribuyen a alimentar un ambiente de hostilidad y amenaza permanente contra quienes defienden sus territorios. La estigmatización y criminalización de nuestras formas de lucha son una violación a los derechos humanos, y un retroceso frente al reconocimiento constitucional de nuestra autonomía, gobierno propio y sistemas jurídicos propios.
El racismo, en cualquiera de sus expresiones, no es una opinión ni un malentendido: es una forma de violencia estructural que refuerza la exclusión, perpetúa la desigualdad y amenaza la pervivencia de nuestros pueblos.
Desde la CNTI, reiteramos nuestro compromiso con la defensa de la vida, la dignidad, la identidad, la espiritualidad y la cultura de los Pueblos Indígenas. Condenamos cualquier forma de discriminación que atente contra nuestros derechos y reafirmamos que la lucha por la justicia territorial también es una lucha contra el racismo y la exclusión.
Agradecemos la solidaridad, el apoyo y el acompañamiento de los sectores sociales, académicos y populares que se han pronunciado públicamente rechazando estos actos de racismo y que han acompañado a la Minga con respeto y compromiso.
¡Defender los territorios es defender la vida!
¡La Minga Nacional es un mandato de resistencia, unidad y dignidad!