Biodiversidad, Pueblos Indígenas y selva Amazónica
Sobrevolando la Amazonía colombiana, se pudo percibir la imponencia del pulmón del mundo y la fuerza de la selva Amazónica a lo largo y ancho del paisaje que a través de la pequeña ventana de aquel avión; anunciaba el inicio de la travesía del último recorrido territorial del Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas (ODTPI) de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI).
Allí, aterrizamos en la ciudad de Leticia, donde nos adentramos a la comunidad del Kilómetro 6 y 11, un lugar donde su punto de encuentro era la Maloka Jofo Ananeko, donde a través del llamado ancestral del Maguaré, un instrumento utilizado por los abuelos como medio de comunicación, convoco a toda la comunidad que contaba con la participación de varios Pueblos Indígenas tales como Bora, Uitoto, Ticuna, Cocama, entre otros.
El llamado de este instrumento reunió a los pueblos ancestrales, para hacerlos parte del círculo de la palabra, para dialogar y exponer la diversidad de problemáticas que actualmente están aquejando a los sabedores y sabedoras ancestrales que protegen el respirar del mundo.
Paisaje Sonoro Leticia
En este espacio, las intervenciones de las Autoridades Indígenas, abuelas/os, partían de esa relación que existe entre los clanes con especies de aves, mamíferos, peces y reptiles que representan la cosmogonía de los pueblos que habitan la selva amazónica y donde configuran sus prácticas culturales con la importancia de mantener a salvo nuestra madre selva, para la pervivencia de los pueblos originarios y toda la humanidad.
Dentro de las afectaciones territoriales que está presentando la comunidad, se identificaron varios problemas con los procesos de saneamiento, ampliación, invasión de colonos, venta de los territorios colectivos por parte de algunos comuneros, narcotráfico, tala indiscriminada del bosque, políticas ambientales con Parques Nacionales y las incursiones de evangelización que afligen los usos y costumbres de los Pueblos Indígenas.