por Prensa CNTI | Nov 7, 2025 | Noticias, Nota de prensa
La Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) y nuestra emisora Ka’tikunsi – La Voz de los Territorios participaremos en la COP30, la trigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se celebrará en Belém, en el corazón de la Amazonía brasileña, del 10 al 21 de noviembre de 2025.
La participación indígena, esencial para las decisiones globales
La participación de los Pueblos Indígenas en la COP30 es fundamental para que las decisiones globales sobre la crisis climática reconozcan nuestros derechos territoriales y colectivos, valoren los sistemas de conocimiento propio y comprendan el papel como custodios de la vida y portadores de soluciones vivas y reales para el cuidado de la Madre Tierra.
Celebrar esta cumbre en un territorio que alberga el 20% del agua dulce del planeta y más de 100.000 millones de toneladas de carbono convierte a la COP30 en una oportunidad histórica para visibilizar el papel de los Pueblos Indígenas como guardianes ancestrales de la Amazonía, hoy amenazada por la expansión extractiva y la crisis climática.
Pueblos Indígenas: custodios de la vida
En el mundo somos más de 476 millones de personas que pertenecemos a más de 5 mil Pueblos Indígenas, y estamos presentes en más de 90 países. Las personas indígenas habitamos territorios en dónde se concentra la mayor parte de la biodiversidad del planeta. Nuestra relación con la tierra, el agua, el aire y los seres que los habitan es espiritual y relacional: el territorio no es un recurso, es un ser vivo del cual hacemos parte.
Los Pueblos Indígenas comprendemos de forma integral las crisis que enfrenta la humanidad —cambio climático, pérdida de biodiversidad y desertificación— como expresiones de un mismo desequilibrio. Por eso, exigimos que sean abordadas de manera conjunta e integral con soluciones colectivas, coherentes y verdaderas.
Guardianes de la Amazonía y soluciones vivas
En la Amazonía, más de 500 naciones indígenas, incluidas 188 en aislamiento voluntario, han protegido la selva durante milenios. Sus sistemas de conocimiento, espiritualidad y prácticas tradicionales han permitido que este bioma siga siendo uno de los principales sumideros de carbono del planeta y fuente vital del 20% del agua dulce mundial.
Experiencias como los sistemas agroforestales integrados, la gestión comunitaria del territorio y las formas propias de gobernanza demuestran que los Pueblos Indígenas ofrecemos soluciones concretas, justas y efectivas frente a la crisis climática.
Defender la Amazonía implica reconocer jurídica y políticamente al territorio integral como sujeto vivo, un ser que alberga relaciones, responsabilidades y obligaciones compartidas. Urge construir políticas públicas que garanticen su integridad ecológica, cultural y espiritual, junto con mecanismos de consulta, control territorial y gestión comunitaria.
Hacia una política climática justa y coherente
Los Pueblos Indígenas exigimos que nuestros voces, derechos y sistemas de conocimiento sean parte activa de las negociaciones internacionales y de las políticas nacionales. Reconocer su papel histórico y actual en la protección de la Amazonía no es un gesto simbólico, sino una condición para la sostenibilidad del planeta y el futuro de la humanidad.
La COP30 será un verdadero hito solo si garantiza la participación plena y efectiva de los Pueblos Indígenas en la gobernanza climática, con representación real, financiamiento directo y mecanismos de incidencia propios dentro de los espacios formales de decisión de la CMNUCC.
Desde la CNTI reafirmamos que los Pueblos Indígenas no solo somos parte de la solución, somos la respuesta viva frente a la crisis climática.
¡Defender los territorios es defender la vida!
¡La respuesta somos nosotros!
por Prensa CNTI | Nov 5, 2025 | Informes
Protecting Territories, a risk to life: violence against indigenous peoples in Colombia (2023-2024)
The defense of life and territory by indigenous peoples has become one of the most highrisk activities in Colombia, and today it can be considered one of the most dangerous pursuits worlswide. According to Global Witness, for three consecutive years Colombia has been ranked as the most murderous country for those who defend nature and territory. Between 2012 and 2024, 2,253 rights defenders were assassinated, including 789 indigenous peoples, or 36% of total victims. Indigenous peoples are the hardest hit by this violence, which seeks to silence our voices and dispossess us of our territories. In Colombia, defending our land means paying with our lives.
During 2023 and 2024, the safety and security of Indigenous Peoples in Colombia deteriorated significantly. Communities faced an escalation of systematic violence associated with the intensification of the armed conflict and the reconfiguration of alliances between illegal armed actors and local economic powers vying for territorial control. These dynamics added to the legal and material insecurity of indigenous territories, which historically has enabled dispossession and has increased the risks for those who defend life and territory.
Between 2023 and 2024, the Information System on Sociopolitical Violence against Indigenous Peoples (SIVOSPI) of the Observatory for Territorial Rights for Indigenous Peoples (ODTPI) of the CNTI recorded 282 attacks on 2,372 indigenous rights defenders.1 Of these, 186 involved criminal acts resulting in 218 fatalities, while 96 targeted 2,154 individuals through threats, kidnappings, forced displacement and the recruitment of children and adolescents. It must be noted that SIVOSPI has been recording the murders of rights defenders since 2016.
The cases show a progressive pattern in which various types of violence precede the murders, operating as mechanisms of pressure and territorial control to weaken the resistance of communities.
According to SIVOSPI data, murder continues to be the most recurrent and brutal strategy used to silence indigenous defenders of life and territory. Between 2023 and 2024, 150 assassinations of indigenous leaders, community members, and authorities were recorded, reflecting the existence of systematic persecution against those who play an essential role in community unity and the defense of territories. Of the total number of victims, 81.3% (122) were men, 13.1% were women, and in 5.2% of cases, no information is available. It should be noted that this data is in addition to the 539 murders recorded between 2026 and 2022 by SIVOSPI.
por Prensa CNTI | Nov 3, 2025 | Comunicados, Actualidad, Noticias
Bogotá, 2 de noviembre de 2025
Comunicado a la opinión pública y la comunidad internacional
La Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) expresa su profunda preocupación ante la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de excluir el seguimiento al Capítulo Étnico del nuevo mandato de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, pese a la solicitud expresada por mas de un centenar de organizaciones sociales, étnicas y de derechos humanos.
Esta exclusión representa un retroceso en el reconocimiento de los compromisos asumidos por el Estado Colombiano en el Acuerdo Final de Paz, particularmente frente a los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades étnicas. El acompañamiento internacional, imparcial y técnico de la ONU ha sido clave para promover la confianza institucional, la protección de los derechos humanos y la implementación efectiva de los componentes étnicos del Acuerdo.
Dejar por fuera el Capítulo Étnico del mandato de verificación debilita los avances logrados en materia de inclusión, enfoque diferencial y participación étnica, y puede generar un vacío en la supervisión de los compromisos que garantizan los derechos territoriales, culturales y políticos de los 115 pueblos indígenas del país.
La CNTI recuerda que el Capítulo Étnico no es un anexo ni un complemento, sino un componente estructural del Acuerdo que exige una mirada integral y estratégica. Su implementación requiere comprender el aporte histórico y presente de los pueblos indígenas a la construcción de la Nación, y reconocer que sin la garantía de los derechos territoriales y culturales no habrá paz duradera.
La exclusión del Capítulo Étnico revela la persistencia del racismo estructural que continúa reproduciéndose en los espacios multilaterales, donde se espera, por el contrario, un trabajo decidido y coherente con los principios de igualdad, pluralismo y participación de los pueblos indígenas y étnicos.
Exigimos:
- Restituir el seguimiento al Capítulo Étnico dentro del mandato de la Misión de Verificación de la ONU.
- Garantizar una implementación integral del Acuerdo Final de Paz, con enfoque territorial y diferencial.
- Reconocer y fortalecer la participación efectiva de los pueblos indígenas en los mecanismos de verificación y cumplimiento.
Convocamos a la ONU, a los organismos multilaterales, a las entidades del Estado Colombiano, a las organizaciones sociales y a la sociedad civil a pronunciarse con firmeza frente a esta exclusión, y a trabajar conjuntamente para asegurar que la paz en Colombia sea étnica, territorial y con justicia social.
La paz solo será duradera si se fundamenta en la verdad, la reparación y la no repetición, y si garantiza la participación plena de los pueblos históricamente marginados y afectados por la guerra.
¡DEFENDER LOS TERRITORIOS, ES DEFENDER LA VIDA!
Comisión Nacional de Territorios Indígenas – CNTI
por Prensa CNTI | Oct 31, 2025 | Nota de prensa, Noticias
En el marco de la reunión del nuevo Órgano Subsidiario sobre el Artículo 8(j) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), líderes indígenas, científicos y defensores de la justicia ambiental realizaron un llamado urgente a los gobiernos para mantener la moratoria de facto adoptada en 2008 (Decisión IX/5) que prohíbe la liberación de árboles genéticamente modificados (GE) en el medio ambiente.
La conferencia de prensa, organizada por el Global Justice Ecology Project y la Indigenous Environmental Network, alertó sobre los graves riesgos ecológicos, sociales y culturales que representan los árboles genéticamente modificados, especialmente en América Latina, donde se avanza hacia su liberación comercial bajo el argumento de la “bioeconomía” y los mecanismos de compensación de carbono.
Una amenaza para la vida y los territorios
Durante el encuentro, Valentina Tereshkova, coordinadora de la Campaña de Justicia de Género y Bosques de la Global Forest Coalition, advirtió que “la legalización de eucaliptos transgénicos en Brasil, vinculada a proyectos de compensación de carbono, constituye un retroceso peligroso. Los monocultivos de eucalipto han causado deforestación, acaparamiento de tierras y contaminación de agua. Incorporar la ingeniería genética amplifica esos impactos y ofrece a las grandes corporaciones una falsa imagen verde”.
Por su parte, la científica Ricarda Steinbrecher, de la Federación de Científicos Alemanes, subrayó que los árboles modificados genéticamente “pueden alterar la compleja red ecológica de los bosques, ya que viven décadas, se comunican y adaptan a su entorno. Su polen y semillas viajan grandes distancias, haciendo imposible su contención. Su liberación al ambiente es un experimento de alto riesgo con consecuencias imprevisibles”.
El líder indígena Thomas Joseph Tsewenaldin, de la Indigenous Environmental Network, recordó que “los árboles son parte de una relación sagrada entre los pueblos y la Tierra. Los árboles transgénicos rompen ese equilibrio y amenazan la continuidad de la vida. Exigimos que los Estados Parte del CDB cumplan la Decisión IX/5 de 2008 y prohíban su comercialización. No hay innovación posible cuando se atenta contra la Madre Tierra”.
La posición de los Pueblos Indígenas de Colombia
En representación de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI), el líder nasa Gustavo Ulcué Campo reafirmó que la defensa de los territorios ancestrales es la medida más efectiva para proteger la biodiversidad y enfrentar la crisis climática.
“Para los Pueblos Indígenas, la vía más poderosa de conservación es el reconocimiento, la demarcación y el saneamiento de nuestros territorios. Durante miles de años hemos cuidado las tierras que hoy albergan la mayor biodiversidad de Colombia. Sin embargo, seguimos siendo desplazados por proyectos de monocultivo, plantaciones industriales y falsas soluciones como los árboles genéticamente modificados”, afirmó Ulcué Campo.
“Defender nuestros territorios es defender la vida misma. Los pueblos no aceptamos la mercantilización de la naturaleza ni su manipulación genética en nombre del clima”.
Llamado global a los Estados Parte
La CNTI se une al llamado internacional para que los gobiernos cumplan la moratoria del CDB y apliquen el principio de precaución frente al uso de biotecnologías que amenazan los ecosistemas, los derechos de los pueblos y la soberanía alimentaria.
La expansión de plantaciones industriales —ahora con variedades genéticamente editadas— está provocando desplazamientos, contaminación, pérdida de biodiversidad y violaciones a los derechos reconocidos en el Artículo 8(j) del CDB.
La defensa de la biodiversidad pasa por garantizar la seguridad jurídica de los territorios indígenas y respetar sus conocimientos tradicionales. La ciencia, la política y la justicia ambiental deben converger en una misma dirección: proteger la vida, no modificarla.
!Defender los territorios, es defender la vida!